Nombre
ALEXANDER, MAGISTER
Marco temporal
ca. 1195-1210
Técnicas
Pintura al temple sobre madera entelada o pergamino, yeso, pastiglia, placas metálicas y corladura
Perfil y debate histórico
Se trata del primer pintor sobre tabla con firma activo en Cataluña. Ésta se encontraba en el perdido Frontal de Sant Genís de Fontanes (Rosellón) –“MAGISTER ALEXANDER: ISTA OPERA FECIT”–, en una cenefa que dividía el panel en dos registros, a ambos lados de la mandorla central. El aspecto de dicha pieza se conoce gracias a un dibujo de la obra de De Bonnefoy, Epigraphie Roussilllonnaise (1868). El análisis del dibujo así como la comparación con otras obras similares, tales como el perdido baldaquino de San Martí de Canigó (Conflent) (ca. 1195) –que también conocemos sólo a través de la miniatura de la fundación de la cofradía del Canigó en 1195- o los antipendia conservados de Santa María de Orellà (Conflent) y San Andrés de Baltarga (Cerdaña) (MNAC 15804), han permitido deducir una personalidad foránea para dicho pintor que trabajó conjuntamente en su taller con pintores locales. Normalmente los paneles se organizan en tres calles: la central, con una Majestas Domini, con el Cristo, en la mandorla, entronizado sobre un banco con cojín, y rodeado del Tetramorfos; mientras que las laterales –a excepción del ejemplo de Canigó- se dividen en dos registros, con varios personajes.
Desde el punto de vista técnico, dichos antipendia se caracterizan por un uso del relieve en pastiglia en nimbo, cenefas e incluso en fondos combinados con placas metálicas corladas. El rostro del Cristo central, de canon alargado, suele estar finamente dibujado y sus vestimentas presentan un modelado blando y redondeado de los pliegues. Todo ello se combina con un uso masivo de luces en ropajes y carnaciones.
Aunque su firma se localice sólo en el frontal perdido de Fontanes, se piensa que bajo el nombre Magister Alexander se esconde un pintor foráneo, activo en el norte de Cataluña en el entorno del monasterio de Sant Martí de Canigó. Allí habría realizado hacia 1195 el baldaquino que aparece representado en su cartulario (École des Beaux-Arts, Collection Jeuan Masson f. 38) así como el frontal de Santa Maria d’Orellà (Conflent), iglesia a la que el objeto llegó posteriormente, en 1784, procedente precisamente del citado monasterio. Muy probablemente desde sus inicios en el CanigóMagister Alexander habría formado su propio taller, con la colaboración de pintores locales, desarrollando su actividad entre la última década del siglo XII y la primera del XIII. Se trataría de un conocedor directo del arte comneno bizantino, que probablemente procedía del Mediterráneo Oriental, en concreto, de Chipre, y que progresivamente irá adaptando, a través de sus colaboradores de taller, sus fórmulas a los usos latinos occidentales. Si los rostros alargados y traslúcidos de sus figuras, su variada tipología facial y la figuración de los Evangelistas escribiendo en rollos (Orellà) son genuinamente bizantinos, el uso de la pastiglia en fondos y orlas, el empleo de placas metálicas y la amplia gama matizada de los colores en las vestimentas denotan una familiaridad con el arte de los Cruzados. Por ello, habría que considerar a Orellà una de sus primeras obras mientras que Baltarga, más adaptada a los usos latinos, sería una producción más avanzada, realizada después del 1196, año en que las tropas del vizconde de Castellbò y el conde de Foix saquearon la iglesia de San Andrés.
A partir del análisis de los frontales de Orellà y Bartarga la historiografía había siempre coincidido en señalar a ambos como ejemplo de la actividad de un pintor griego (o un imitador de la pintura de iconos), activo en Cataluña entre finales del siglo XII e inicios del XIII (FOLCH I TORRES; COOK-GUDIOL). No obstante, fue gracias a la publicación del dibujo de De Bonnefoy, por parte de M. Durliat en 1951, que se le ha podido conceder a el protagonismo de esa renovación bizantinizante en la pintura sobre tabla catalana al Magister Alexander como artista procedente del Mediterráneo Oriental, llegándosele a atribuir a él y a su “grupo bizaninizante” un amplio número de obras: Fontanes, Canigó, Colección Suntag, Baltarga, Orellá, Abegg Stiftung, La Llagona. Muy acertadamente Y. Carbonell-Lamothe (1975, 1992) contribuyó a perfilar el origen del pintor de Orellà como precedente del Chipre de la dinastía Lusignan (post. 1192), a través de la princesa bizantina Eudoxia, casada desde 1174 con Guillem VIII de Montpellier. Ese pintor no sería otro que Magister Alexander, buen conocedor de las fórmulas de la pintura bizantina en Chipre, tal y como muestra su comparación con los dibujos del Oxford, Magdalen College, ms. gr. 3 (Chipre, ca. 1190), o su evocación del rostro del Santo Keramion en Baltarga y Orellá (CASTIÑEIRAS 2008, 2010, 2012).
Obras
- Frontal desaparecido de S. Genís de Fontanes, (Rosellón)
- Baldaquino perdido de S. Martí de Canigó
- Frontal de Santa Maria d’Orellà (Conflent)
- Frontal de S. Andreu de Baltarga ((MNAC 15804) (Cerdaña)
Textos documentales
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Bibliografía abreviada
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Bibliografía
DE BONNEFOY 1868 ; COOK-GUDIOL 1950; COOK, W. W. S., GUDIOL RICART, J., 1950; DURLIAT 1951A: 103-119; DURLIAT 1951B : 385-394; RÀFOLS III 1954 : 284; FOLCH I TORRES 1956; COOK 1960; AINAUD, 1973; CARBONELL-LAMOTHE 1974: 71-86; FRINTA 1981: 333-347; SUREDA 1981; AINAUD 1989; ALCOY-DOMENGE 1992: 148-150; CARBONELL-LAMOTHE 1992: 285-291; STIRNEMANN 1993: 171-177; CASTIÑEIRAS 2007: 119-153; CASTIÑEIRAS 2008: 89-135; LETURQUE 2009; CASTIÑEIRAS 2010: 282-291; CASTIÑEIRAS A 2011; CASTIÑEIRAS B 2011: 11-75; CASTIÑEIRAS 2012.